Una forma de hacer que los sitios web vayan más rápidos es hacer que la velocidad de descarga sea menor. Para eso muchos servidores y navegadores permiten el uso de la compresión gzip/DEFLATE que comprime los contenidos antes de enviarlos y los descomprime al ser recibidos. Existen sistemas más avanzados como Brotli (RFC 7932) pensados para HTTP/2.0 en adelante.
Aunque esto pueda parecer una contradicción, ya que supone cierto tiempo el comprimir y descomprimir los elementos, si le sumamos los sistemas de caché el tiempo de realizar esta acción es menor que el tiempo que tarda en enviarse la información sin comprimir.
Además, hay que tener en cuenta que la compresión principalmente se ha de aplicar a los contenidos textuales (que son los que tienen más posibilidades de comprimirse) por lo que la carga de las páginas es mucho más rápida. Entre estos ficheros podemos encontrar TXT, JS, CSS, HTML o PHP.